¿Cómo se clasifican las organizaciones de la sociedad civil en México?

Con base en los datos del Sistema de Información del Registro Federal de las OSC, al el 30 de junio de 2019, la distribución de las OSC por tipo social es la siguiente:

Tipos Sociales más comunes para constituir OSC:

  • Asociación Civil (AC) – 40,222 – 95.15%
  • Institución de Asistencia Privada (IAP), Institución de Beneficencia Privada (IBP) o Asociación de Beneficencia Privada (ABP) -1,346 -3.18%
  • Sociedad Civil – 344- 0.81%
  • Otros – 356 – 0.84%

Fuente: Registro Federal De Las Organizaciones De La Sociedad Civil, Directorio de organizaciones de la sociedad civil inscritas en el Registro Federal de las OSC 2019. INDESOL. Datos consultados el 30 de junio de 2019: https://datos.gob.mx/busca/dataset/registro-federal-de-las-organizaciones-de-la-sociedad-civil/resource/49e820f6-4ddb-4808-bed9-ce8f53b2a728

El John Hopkins Civil Society Index ha considerado que el sector de las OSC en México está subdesarrollado, y dicho resultado está basado en la capacidad, sustentabilidad e impacto del propio sector. Una explicación está relacionada con las complicaciones y costos de realizar una serie de trámites, obtener permisos y registros, dado que muchas organizaciones cuentan con recursos muy limitados para hacer frente a estos costos y cargas. Otra explicación se basa en la desconfianza hacia al gobierno, la cual provoca que muchas agrupaciones prefieran permanecer en la informalidad para no tener relación alguna con el gobierno ni estar sometidas a sus controles.

Por otra parte, y a pesar de la existencia de la Ley Federal de Fomento a las Actividades de las Organizaciones de la Sociedad Civil, realmente no ha existido una política nacional para la promoción de las OSC en México. La falta de coordinación de las instancias federales que guardan relación con el quehacer de las OSC es un factor crucial para la falta de esta política nacional. Esta falta de coordinación está aún más acentuada entre los niveles federal y local. Dicha situación deriva en la existencia de una multiplicidad de regulaciones federales y locales para las organizaciones que se traduce en una carga administrativa excesiva, dado que existen diferentes obligaciones que las OSC adquieren frente a las autoridades, así como la disparidad que existe entre diferentes regulaciones. 

Adicionalmente a las obligaciones que las OSC adquieren a través de las leyes de fomento, también adquieren obligaciones corporativas y fiscales dependiendo del tipo social bajo el cual se constituyan.